Neurogenética: la genética y su papel en las enfermedades
19 enero, 2024
Enfermedades neurológicas, como las ataxias, el párkinson o la epilepsia tienen un importante componente genético. Ahondamos en la importancia de la neurogenética para el diagnóstico y abordaje de estas patologías.
En la actualidad, la genética es un pilar esencial en la comprensión de las enfermedades neurológicas. Desde la identificación de factores de riesgo hasta el desarrollo de terapias personalizadas, la genética está transformando la manera de proceder de la Medicina en este siglo.
De hecho, a medida que se descifra el rompecabezas del código genético, se avanza hacia tratamientos médicos más efectivos y hacia una medicina mucho más personalizada.
“El auge de la genética viene justificado porque en determinados grupos de patologías se está comprobando que ésta tiene un papel fundamental”, explica Concha López Ginés, catedrática de Biología Celular de la Universidad de Valencia y directora del curso de Neurogenética clínica del Instituto Biomédico QUAES.
Si nos centramos en las enfermedades neurológicas, la neurogenética puede tener y tiene un importante protagonismo para el desarrollo de estas. ¿Es el párkinson una enfermedad genética? A esta pregunta la doctora López Ginés responde con datos: “El papel de la genética en las enfermedades neurológicas se sigue investigando. Puede que alrededor de un 15% de los casos diagnosticados de Parkinson tengan un origen genético, del porcentaje restante todavía no está claro su origen”.
¿Hasta qué punto las enfermedades neurológicas tienen origen genético? Concha López Ginés, acreditada en Genética Humana por la Asociación Española de Genética Humana, asegura que, al igual que ocurre en las enfermedades cardiovasculares, y en muchas otras enfermedades, en las patologías neurológicas se ha comprobado que la genética tiene un papel muy importante.
Eso sí, aclara que hay que establecer una diferenciación, ya que en algunas enfermedades neurológicas la neurogenética es decisiva en la parte diagnóstica y en su evolución, como, por ejemplo, en el síndrome de Rett o en la enfermedad de Huntington; y otras veces indica una predisposición a desarrollar la enfermedad, debido a la participación de muchos genes, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer.
Las enfermedades genéticas se pueden distinguir de dos tipos: enfermedades monogénicas y enfermedades multifactoriales o de herencia compleja.
Según explica esta facultativa, no en todas las enfermedades neurológicas la genética es decisiva, en algunas es importante (por ejemplo, en las ataxias hereditarias, distrofias…) y en otras el componente genético debe ser estudiado junto a una serie de factores más.
“En las ataxias hereditarias se muestra como un factor fundamental. El efecto genético consiste en la mutación en un solo gen, y a nivel médico nos interesa tanto a nivel de diagnóstico como para llegar a conocer la etiología de la enfermedad”, afirma López Ginés. Por ejemplo, en la ataxia de Friedreich, que afecta aproximadamente a 5 de cada 100.000 personas, el gen mutado es el FRDA, y en la mayoría de los casos supone una expansión del trinucleótido GAA. Estudiando ese gen y viendo el tipo de herencia se puede ahondar en la importancia de la genética: cómo se transmite, cuál es la importancia de la enfermedad, etcétera.
Las enfermedades genéticas se pueden distinguir en dos tipos: enfermedades monogénicas y enfermedades multifactoriales o de herencia compleja.
ENFERMEDADES MONOGÉNICAS
Las enfermedades monogénicas son trastornos genéticos causados por mutaciones en un solo gen. Cada gen codifica una proteína específica que desempeña una función crucial en el cuerpo. Cuando hay una alteración o mutación en ese gen, puede afectar la función normal de la proteína, dando lugar a una enfermedad.
Estas enfermedades suelen seguir un patrón de herencia mendeliana, ya sea dominante o recesivo, y tanto en los autosomas como en los cromosomas sexuales. En el caso de que el gen mutado afecte a los autosomas (lo más frecuente en las enfermedades neurológicas), hay dos tipos principales de enfermedades monogénicas según el tipo de herencia:
1- Enfermedades autosómicas dominantes:
- Un solo alelo mutado en el gen es suficiente para causar la enfermedad.
- Si uno de los padres tiene la mutación, hay un 50% de probabilidad de que sus hijos la hereden.
- Ejemplos: la enfermedad de Huntington y la neurofibromatosis tipo 1
2- Enfermedades autosómicas recesivas:
- Se requieren dos alelos mutados (uno heredado de cada progenitor) para manifestar la enfermedad. Cuando confluyen dos progenitores con el alelo mutado, hay un 25% de probabilidad de que sus hijos padezcan la enfermedad.
- Los portadores (individuos con un solo alelo mutado) generalmente no muestran síntomas.
- Ejemplos: ataxia telangiectasia y la fenilcetonuria.
ENFERMEDADES MULTIFACTORIALES O DE HERENCIA COMPLEJA
Las enfermedades multifactoriales o de herencia compleja son trastornos que resultan de la interacción de múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. A diferencia de las enfermedades monogénicas, en las que una mutación en un solo gen puede causar la enfermedad, las enfermedades multifactoriales involucran la contribución e interacción de varios genes combinados con factores ambientales.
Características clave de las enfermedades multifactoriales:
- Herencia poligénica: Estas enfermedades son causadas por la interacción de múltiples genes. Cada gen individual puede tener un pequeño efecto en el riesgo de desarrollar la enfermedad, y la combinación de estos efectos contribuye al riesgo global.
- Factores ambientales: Además de la predisposición genética, los factores ambientales juegan un papel crucial en el desarrollo de estas enfermedades. Estos factores pueden incluir la exposición a sustancias químicas, hábitos de vida, dieta, factores socioeconómicos y otros elementos externos.
- Complejidad en la herencia: No sigue un patrón de herencia mendeliana claro. En lugar de tener patrones de herencia definidos como dominante o recesivo, la influencia de múltiples genes y factores ambientales hace que la herencia sea más compleja y difícil de predecir.
- Interacción gen-ambiente: Existe una interacción dinámica entre los factores genéticos y ambientales. La presencia de ciertos genes puede aumentar la susceptibilidad a ciertos factores ambientales, y viceversa.
Ejemplos de enfermedades multifactoriales incluyen:
- Enfermedad de Alzheimer: Es la causa más frecuente de demencia. La edad avanzada es el principal factor de riesgo, pero la combinación de factores genéticos como la predisposición familiar y factores ambientales como la dieta y el estilo de vida puede contribuir al desarrollo de la enfermedad.
- Enfermedad de Parkinson: alrededor del 10 % al 15 % de los diagnósticos de enfermedad de Parkinson pueden estar relacionados con la herencia (genética). Hay varios genes que muestran mutaciones o alteraciones que parecen estar relacionadas con esta enfermedad.
- Otras enfermedades neurológicas con estas características serían: la esclerosis lateral amiotrófica, la esclerosis múltiple…
Comprender las enfermedades multifactoriales es un desafío debido a la complejidad de las interacciones entre los genes y el entorno. La investigación en este campo busca identificar los factores involucrados y desarrollar enfoques de prevención y tratamiento más personalizados.
“El futuro de la Genética Clínica pasa por conocer mejor todas las mutaciones y su importancia en las distintas enfermedades”
“La investigación en Genética Clínica pasa por conocer mejor todas las mutaciones que van apareciendo en las distintas enfermedades y cuál es realmente su impacto para hacer un mejor diagnóstico y abordaje en el futuro”, vaticina Concha López Ginés.
IMPaCT-GENóMICA es un programa piloto que ha sentado las bases de una infraestructura para mejorar en el diagnóstico de las enfermedades raras y otras enfermedades de baja prevalencia de forma equitativa en todo el territorio nacional». Este programa lo que persigue es poner tecnologías experimentales de diagnóstico ‘ómico’ al servicio aquellas personas que, tras realizarse el diagnóstico con la tecnología asistencial disponible, no disponen de diagnóstico genético.
ACTUALIZACIÓN Y FORMACIÓN CONSTANTE
La ausencia de una especialidad de Genética Clínica en España ha llevado, y lleva, a la falta de formación específica para los profesionales sanitarios
“Hasta que se apruebe la especialidad de Genética Clínica y esté implantada en la mayor parte de los hospitales, la formación depende de cursos específicos y de la iniciativa de los profesionales”, asevera López Ginés.
Esta facultativa califica de fundamental la formación específica y recomienda el curso de Neurogenética clínica del Instituto Biomédico QUAES. “Cursos como el de neurogenética son fundamentales, porque el propósito es ayudar a los neurólogos, a los facultativos que estudian las enfermedades neurológicas, a entender cuando hay que pedir una prueba genética, cómo se debe interpretar ese resultado, especialmente en las enfermedades multifactoriales”, indica.
“Hasta que se apruebe la especialidad de Genética Clínica, la formación depende de cursos específicos y de la iniciativa de los profesionales”
Según López Ginés, debido a la complejidad que tiene interpretar los resultados de los estudios de estas patologías, este curso se imparte desde un nivel básico, con las nociones de genética básica para que el neurólogo entienda cómo interpretar un resultado, cómo se interpreta un tipo de herencia, cuándo hay que pedir o no pedir un análisis genético. “Luego, a lo largo del resto del curso de neurogenética se van analizando los distintos grupos de patologías neurológicas, haciendo una explicación de qué patologías se incluyen, qué genética es la que afecta a esas patologías y para qué sirven los resultados genéticos”, apunta esta catedrática de Biología Celular.
El curso de Neurogenética clínica del Instituto biomédico QUAES está enfocado a todo tipo de profesionales sanitarios que quieran conocer en detalle el papel crucial que tiene la genética en las enfermedades neurológicas. López Ginés recomienda la realización de este curso a neurólogos, genetistas en contacto con este tipo de patologías, médicos de Familia y personal de Enfermería. En estos últimos dos casos, matiza que el rol de la Medicina de Familia y la Enfermería ayudaría a la hora de abordar el diagnóstico o atención de pacientes con determinados trastornos neurológicos.
MÁS NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Preinscripción al curso
Si ya dispone de toda la información y desea realizar el curso, debe realizar la preinscripción