Radiación en tomografía computarizada (TC): parámetros y criterios para su elección diagnóstica
9 febrero, 2023
¿Cómo se controlan los parámetros de radiación? ¿Cuál es el criterio de selección para escoger las técnicas más adecuadas a utilizar? Explicamos algunas claves sobre la tomografía computarizada
La tomografía computarizada (TC) es un método de diagnóstico médico, no invasivo e indoloro, que mediante el uso de rayos X permite observar el interior del cuerpo humano realizando cortes milimétricos transversales al eje céfalo-caudal.
A través de ecuaciones matemáticas (algoritmos) y un complejo procesamiento informático se efectúa una reconstrucción por ordenador de estas vistas transversales o del volumen completo.
Se trata de una de las técnicas radiológicas que más ha evolucionado desde su creación y está instalada dentro de la práctica clínica diaria como una de las pruebas diagnósticas clave en la medicina actual.
“Los beneficios superan con creces los riesgos asociados a las radiaciones”
Cuando se habla de exposición a radiaciones o radioactividad, generalmente, solo se piensa en los aspectos negativos. Sin embargo, hablamos de prácticas sujetas a una enorme regulación y control cuya utilización, por ejemplo en Medicina, presenta un balance donde el beneficio del paciente es muy superior.
“La TC es una práctica normalizada porque los beneficios superan con creces los riesgos asociados a las radiaciones a las que se exponen los pacientes”, señala el Dr. Luis Brualla González, jefe de Servicio de Física Médica de Clínicas Biomédicas Ascires.
Tomografía computarizada: ¿Cómo son las dosis de radiación que se dan a los pacientes?
En nuestro entorno natural estamos expuestos a radiación diariamente (radiación cósmica, materiales radiactivos presentes en la Tierra desde que esta se formó, etc). Como curiosidad, decir que la fuente de radiación natural más importante a la que estamos expuestos es el gas radón, objeto de bastantes trabajos científicos al respecto y de nueva normativa.
“Uno no lo sabe, pero a lo mejor se va a una determinada zona de España y en aquel lugar está recibiendo mucha más radiación que en otro”, apunta Brualla González. En este sentido, el facultativo matiza que siempre se tienen en cuenta unos umbrales y parámetros razonables para la salubridad de los lugares y las condiciones de vida. Asimismo, incide en la relevancia que, dentro de la radiación natural, se está dando a la contribución del gas Radón.
Partiendo del hecho de que la radiación forma parte de nuestro hábitat, cuando hablamos de la radiación producida por un TC el objetivo es que esta debe ser siempre la mínima necesaria. Pero, ¿qué efectos puede producirnos la radiación? Pueden ser dos tipos, efectos deterministas (empleando lenguaje clínico) o efectos estocásticos.
La radiación producida por un TC el objetivo es que esta debe ser siempre la mínima necesaria
Los efectos deterministas son aquellos que tienen lugar tras superar un umbral de radiación y cuya severidad dependerá de la cantidad recibida. Por otra parte, están los efectos estocásticos, en los cuales no hay certeza de que puedan ocurrir y donde la gravedad no depende de la cantidad de radiación, sino que esta solo condiciona como hemos dicho, la probabilidad de que ocurran (más radiación implica mayor probabilidad).
“Un efecto determinista es un efecto por el cual tu cuerpo, tras recibir una cantidad de radiación, sufre un tipo de afectación. Todo ello tras rebasar un umbral. Evidentemente, las dosis que se manejan en TC son lo suficientemente bajas para que todo eso no se dé”, aclara este físico médico.
En tomografía computarizada de radiodiagnóstico, los únicos efectos que se contemplan son efectos estocásticos.
“En Radioterapia, donde la radiación se utiliza para el tratamiento de tumores, sí que tienen lugar los efectos deterministas. Sí o sí voy a dar una cantidad de radiación que quiero que provoque un efecto (eliminar el tumor) y lo que hacemos es hablar de las dosis que van a recibir los pacientes para poder conseguirlo”. En cambio, “en tomografía computarizada lo que nos interesa es la imagen, con lo cual vamos a tratar de minimizar al máximo la probabilidad de que el paciente tenga cualquier tipo de problema. De manera que cuando venga y tenga que realizarse la prueba diagnóstica esté muy tranquilo”, explica el Dr. Brualla.
Este especialista sanitario subraya que los equipos médicos trabajan para que el beneficio que se consigue realizando la prueba de TC siempre esté por encima de la probabilidad de que ocurra un mínimo problema.
Control de la radiación y criterios de selección
La adquisición de imagen de radiodiagnóstico siempre supone un balance entre la calidad de la imagen y la cantidad de radiación utilizada. Una mayor calidad precisa una mayor exposición del paciente. Es ahí donde está la cuestión clave, el especialista en Radiología determina la calidad de imagen que necesita y el profesional especializado que opera la máquina selecciona los parámetros precisos que proporcionan la técnica necesaria con la mínima radiación.
Por supuesto, son factores determinantes la utilización de la tecnología más avanzada y la especialización de los profesionales que las manipulan para que la exposición a la radiación sea la mínima necesaria. “Un mejor equipo puede proporcionarnos la misma calidad de imagen con menos radiación, siempre y cuando sea utilizado con la maestría requerida”, indica Luis Brualla.
El especialista en Radiología determina la calidad de imagen que necesita, sin exponer al paciente a más radiación de la necesaria para realizar una óptima prueba diagnóstica
Debe quedar claro que nos encontramos en un entorno sometido a una supervisión y control estrictos que tiene sus orígenes a principios del siglo XX. Existen numerosos organismos y entidades nacionales e internacionales que regulan y establecen los criterios para el uso de este tipo de técnicas, entre ellas la Comisión Internacional de Radio Protección (ICRP), la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) o el Consejo de Seguridad Nuclear en España.
Desde todos ellos se promueve la protección radiológica, se elaboran recomendaciones y normas de seguridad. Estas se encuentran fundamentadas en los principios generales que son: justificación, optimización y limitación de dosis.
Es decir, la prueba de diagnóstico por imagen con tomografía computarizada debe estar correctamente indicada y justificada. Tiene que seguir un criterio de optimización de la técnica para que se aplique la menor radiación posible al paciente, al público y los profesionales implicados. El principio de limitación de dosis no es de aplicación a la hora de considerar la dosis que recibe el paciente, que estará controlada por el principio de optimización.
Finalmente, de cara a la selección del TC como técnica sobre otra prueba diagnóstica, el Dr. Brualla asegura que esto se decide en base a la experiencia médica y clínica de los profesionales y en función del tipo de diagnóstico que se necesita. “Una placa de rayos es una proyección de los tejidos atravesados por los Rayos X mientras que la TC nos proporciona información tridimensional donde pueden verse los tejidos con detalle, sin emborronamiento debido a la superposición de estructuras”, resalta.
“Lo normal en los sistemas sanitarios actuales es que las pruebas estén protocolizadas. La comunidad médica establece unas guías para la prescripción de las pruebas. El criterio profesional parte de las pruebas más sencillas que requieren menos radiación y va aumentando la complejidad en función de la necesidad del paciente. Dentro del Radiodiagnóstico, la TC es la técnica más compleja y por eso debe estar claramente justificada”, afirma este facultativo.
ESPECIALIZACIÓN EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
Para la realización de tomografía computarizada es necesaria una formación especializada ya que se utilizan equipos complejos. Además, es imprescindible la participación de equipos multidisciplinares donde junto a los especialistas en radiología y técnicos especializados en Radiodiagnóstico intervienen otros profesionales como los técnicos expertos en protección Radiológica y los especialistas en Radiofísica Hospitalaria, responsables estos últimos de los controles de calidad y la dosimetría de los pacientes.
Luis Brualla remarca la importancia que tiene ofrecer siempre la máxima seguridad y calidad al paciente, siguiendo los protocolos establecidos y, para ello, la formación resulta clave.
“Como profesional del área, nosotros hacemos un uso de la radiación y hay que hacerlo correctamente”, concluye.
En esta línea, desde el Instituto Biomédico QUAES se recomienda el curso de especialización en tomografía computarizada, en su modalidad semipresencial y online, como formación equivalente a los niveles de excelencia que requiere esta práctica clínica.
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