Seguridad en Medicina Nuclear: diagnósticos precisos con radiación responsable
12 marzo, 2024
Descubre la importancia de la práctica segura en la Medicina Nuclear
La medicina nuclear es una especialidad médica que utiliza pequeñas cantidades de sustancias radiactivas para diagnosticar y tratar enfermedades. Estas sustancias se conocen como radiofármacos y se administran al paciente por vía oral, intravenosa o inhalatoria. Como en cualquier proceso sanitario, la seguridad es crucial y se aplican los protocolos necesarios para garantizarla. En el caso de medicina nuclear, donde además se emplean radiaciones ionizantes, se deben sumar los protocolos de protección radiológica.
Cuánta dosis se le administra al paciente dependerá de factores como el peso, el objetivo y tipo de prueba, etc. Pero siempre será la mínima necesaria para obtener una calidad de imagen suficiente para el diagnóstico (u objetivo de tratamiento) y en todos los casos será segura para el paciente.
Al emplearse materiales radiactivos, es clave garantizar la protección radiológica tanto del paciente como de los trabajadores
Para garantizar el correcto funcionamiento de los equipos se realizan controles de calidad periódicos. En ellos, entre otras cosas, se analizan los parámetros que afectan a la imagen, comprobando así que es apta para el diagnóstico.
Por otro lado, se monitorean tanto las dosis recibidas en las diferentes áreas del servicio de medicina nuclear como las recibidas por personal implicado, comprobando que estas se encuentras en los niveles correctos.
No cabe duda de que la seguridad del paciente es primordial y esto implica también que los profesionales que trabajan en este ámbito estén especializados y formados adecuadamente.
IMAGEN EN MEDICINA NUCLEAR Y RADIODIAGNÓSTICO: DIFERENCIAS
Existen dos grandes diferencias respecto a la imagen que se extrae mediante técnicas de radiodiagnóstico y la medicina nuclear. Según Beatriz Chover Díaz, física médica de Clínicas Biomédicas Ascires, la primera de las diferencias radica en la procedencia de en de dónde procede la radiación.
“En general, la fuente de radiación en medicina nuclear es el paciente al que se le ha inyectado el radiofármaco, es decir, es “interna”. Los equipos de imagen de medicina nuclear “captan” esta radiación procedente del paciente y la procesan para obtener una imagen apta para el diagnóstico. En radiodiagnóstico, la fuente de radiación procede del exterior, de un tubo de RX situado en el equipo de diagnóstico”, explica Chover Díaz.
“La fuente de radiación en medicina nuclear es el paciente al que se le ha inyectado el radiofármaco”
“Una de las consecuencias directas de esto es que, en radiodiagnóstico, una vez termina la prueba, el tubo de RX deja de producir radiación. En medicina nuclear, este “final” lo marca el tiempo de vida medio del radioisótopo inyectado y el metabolismo del paciente. Es decir, no porque se haya terminado la prueba ha desaparecido la radiación. Es por eso que se le dan al paciente las indicaciones pertinentes relativas a protección radiológica”, prosigue.
La segunda gran diferencia es el tipo de información que aportan las dos modalidades. En radiodiagnóstico (una tomografía computarizada, una placa, una mamografía…) la información obtenida del interior del paciente es anatómica (se ve cómo es el paciente por dentro). En la medicina nuclear, esta información es funcional, sobre el metabolismo de las estructuras y zonas donde se deposita el radiofármaco inyectado.
CONTROL DE CALIDAD Y PROTECCIÓN RADIOLÓGICA
Dentro del proceso de control y seguridad en medicina nuclear está el control de calidad. En él, los técnicos se sirven de “maniquíes” que simulan a los pacientes, a los que les inyectan los mismos radioisótopos que se emplean en clínica.
“El objetivo de estas pruebas es asegurarse de que los equipos funcionan correctamente, y de que la imagen que generan es la real y no se producen fallos ni en el proceso de adquisición ni en el de reconstrucción. Esto consigue que la imagen que después evalúa un especialista en medicina nuclear sea “fiable””, señala esta profesional médica de Clínicas Biomédicas Ascires.
Además, con estos controles también se puede conseguir una optimización de todo el proceso de adquisición y procesado. Esto puede traducirse a, por ejemplo, una reducción de dosis en el paciente (ya que se podría conseguir una buena calidad de imagen con menos dosis).
Para garantizar total seguridad en medicina nuclear se realizan procedimientos específicos de protección radiológica
El abanico de pruebas y herramientas que se emplean es amplio. Cualquier servicio donde se emplean radiaciones ionizantes tiene que ser seguro tanto para el paciente como para el trabajador. Para ello, por ejemplo, se monitorizan de manera continua las dosis de las diferentes áreas del servicio y las de cada trabajador de forma individual mediante dosímetros.
“Se hacen los cálculos pertinentes para blindar todas las áreas que sean necesarias. Se señaliza cada área según la radiación que esta puede contener, se optimizan los recorridos y tiempos para que las dosis recibidas sean mínimas. Se emplean, en caso de ser necesarios, delantales y ropa plomada y por supuesto, se forma a todo el personal sobre protección radiológica”, explica esta especialista en Física Médica.
SEGURIDAD EN MEDICINA NUCLEAR:FORMACIÓN CONTÍNUA
El personal médico y técnico involucrado en procedimientos de medicina nuclear debe recibir formación constante sobre los riesgos asociados al uso de radiación ionizante. Esto incluye la manipulación segura de materiales radiactivos, el uso adecuado de equipos y la respuesta a situaciones de emergencia.
Beatriz Chover destaca que en cualquier área en la que se desarrolle la actividad profesional, la formación es clave. “Me atrevo a decir que, si además en esta área se trabaja con radiaciones ionizantes esta formación cobra aún más importancia. La formación en protección radiológica te ayuda a tener ese equilibrio entre excesiva confianza y miedo”, apunta.
“La formación en protección radiológica te ayuda a tener ese equilibrio entre excesiva confianza y miedo”
En palabras de esta física médica, la formación adecuada hace que los procedimientos que se lleven a cabo se hagan de forma segura y que esta seguridad se transmita también al paciente.
Asimismo, resalta que es importante conocer cómo funcionan los equipos con los que se está trabajando día a día. “No olvidemos que es el operador el que está continuamente manejándolos. Si los conoce con suficiente profundidad, es capaz, ya no solo de resolver, si no de analizar e incluso anticiparse a posibles problemas que puedan surgir con un beneficio directo en el paciente (y por supuesto a nivel personal)”, concluye.
El Instituto Biomédico QUAES cuenta con un curso teórico de medicina nuclear donde se profundiza en cuestiones de seguridad, control y parámetros de actuación para aquellos profesionales sanitarios que trabajan en este ámbito.
MÁS NOTICIAS DE ACTUALIDAD
Preinscripción al curso
Si ya dispone de toda la información y desea realizar el curso, debe realizar la preinscripción