Medicina del futuro: técnicas de imagen y genética que marcarán tendencia
2 mayo, 2018
Nos encontramos a punto de cruzar el umbral hacia la medicina del futuro. Si las perspectivas se cumplen, este 2018 será recordado, tal y como señala la responsable del área de Salud de “The Economist” Natasha Loder en su artículo “La medicina del futuro” (publicado en español en la edición digital de la revista Tiempo), como el año de los mayores avances en terapias génicas y celulares, el año de los medicamentos que operan contracorriente en el ADN (“donde generan las moléculas responsables de las enfermedades”) y el año de la autorización del primer medicamento de ARN de interferencia (RNAi), que puede convertirse, a nivel clínico, en uno de los adelantos médicos más importantes de las próximas décadas.
En los próximos meses también nos familiarizaremos con siglas como CAR-T (nueva terapia que ya se ha convertido en una buena opción para curar cánceres de sangre) o CRISPR (nueva tecnología que abre puertas para realizar ajustes precisos en el código genético). Ambas nos ponen alerta sobre los avances en medicina más inmediatos, definidos por las terapias genéticas y la imagenómica (término que sirve para integrar la especialidad genética con las técnicas de imagen). Ésta última tiene, además, un papel fundamental en la medicina del futuro como veremos a continuación.
Imagen médica: definición, presente y futuro
La imagen médica es el conjunto de técnicas y/o procesos utilizados para crear imágenes del cuerpo humano, o partes de él con propósitos clínicos o de investigación. Entre estas técnicas encontramos aquellas encuadradas dentro de las ciencias radiológicas, como por ejemplo radiografías, endoscopias, termografías médicas, fotografía médica, microscopía, electroencefalografía (EEG) o magnetoencefalografía (MEG).
En el contexto clínico, la imagen médica se relaciona generalmente con las radiografías, realizadas por los Técnicos de Radiología (también conocidos como Técnicos Superiores en Imagen para Diagnóstico). En el campo de la investigación científica, la imagen médica podría considerarse como una “subdisciplina” integrada dentro de la ingeniería biomédica.
En cualquier caso, la imagen médica está estrechamente ligada a la medicina y actualmente es clave para el diagnóstico y la toma de decisiones sobre intervenciones o terapias. De hecho, hoy en día nos resulta prácticamente imposible que cardiólogos, oncólogos, traumatólogos, ginecólogos o cirujanos (por poner algunos ejemplos) puedan realizar su trabajo sin utilizar estas técnicas de imagen avanzada.
Y es que, las técnicas de imagen aplicadas a la medicina pueden considerarse como uno de los mayores avances médicos de las últimas décadas. Lejos queda aquel año 1895 en que el físico e ingeniero mecánico alemán Wilhelms Conrad Röntgen descubriera los Rayos X. Más de un siglo después, la digitalización y el desarrollo tecnológico han convertido estas técnicas en herramientas indispensables para realizar diagnósticos más precisos y precoces. En este sentido, la medicina del futuro no pasa sólo por tratar a los pacientes, sino también por prevenirles utilizando la imagenómica.
¿Qué es la imagen molecular?
La tendencia actual y futura de la medicina se orienta a entender los mecanismos fisiopatológicos y, cada vez con mayores esfuerzos, a desarrollar terapias preventivas.
Gracias a las técnicas de imagen molecular podemos identificar en vivo múltiples marcadores que permiten cuantificar de manera no invasiva procesos biológicos a escala molecular y celular. Por ello los esfuerzos de la industria bioquímica y radiofísica se centran en sintetizar y desarrollar nuevos radiotrazadores capaces de identificar con gran resolución procesos moleculares, celulares o genéticos específicos.
La imagen molecular utiliza un agente de imagen que se introduce en el cuerpo (generalmente por inyección intravenosa). Este agente emite señales descifrables por un dispositivo exterior que crea imágenes detalladas de lo que ocurre en el cuerpo. De esta forma, se pueden medir con precisión los procesos biológicos y de actividad celular en tiempo real. Las técnicas utilizadas en imagen molecular se conocen popularmente como tomografías PET (Positron Emission Tomography) y tomografías SPECT (Single Photon Emission Computed Tomography ).
Por último, no debemos olvidar que imagen molecular y medicina nuclear van de la mano y, por lo tanto, sus retos también son comunes. Algunos de ellos son:
- conseguir imágenes usando tecnologías de imagen híbridas.
- conseguir nuevos agentes de imagen y nanopartículas.
- localizar biomarcadores.
Este último punto es especialmente importante, ya que la medicina personalizada o génica se basa en la búsqueda y definición de estos biomarcadores. En este caso, se buscan biomarcadores con unas condiciones bioquímicas específicas que puedan ser identificados y “plasmados” en imágenes.
Imagen médica del futuro: 6 adelantos médicos previstos para los próximos años
- Aceleración del procesamiento de imágenes de diagnóstico gracias a unidades de Procesamiento Gráfico (GPU). Estas unidades son similares a las utilizadas en el software de videojuegos y permiten el procesamiento de datos e imágenes mucho más rápido.
- Expansión de los parámetros 3D y 4D utilizando software de precisión para crear modelos nítidos y extremadamente detallados.
- Creación de modelos anatómicos en 3D. Esto es especialmente útil como proceso previo a intervenciones quirúrgicas de cualquier especialidad.
- Imágenes digitales “texturizadas”. Si conseguimos imágenes digitales detalladas y unimos a ellas ciertos datos, podremos obtener parámetros interesantes como, por ejemplo, información sobre la textura del tumor. Esta información puede arrojar luz sobre los diferentes genotipos tumorales y permite desarrollar y aplicar tratamientos personalizados. La medicina del futuro pasa, precisamente y en primer lugar, por conocer mejor estos parámetros iniciales.
- Menos radiación. Desde hace años los avances de la medicina intentan ser lo menos agresivos posible para los pacientes. En el caso de las radiografías, la nueva técnica en Rayo X de Contraste de Fase (PC) puede convertirse, en el futuro próximo, en el método de exploración en imagen clínica menos “nociva” para los pacientes.
- Big data. La radiología desarrollada dentro de la era digital ha sido una de las encargadas de “abrir camino” a la medicina del futuro. Actualmente, la bioinformática nos ayuda a extraer la máxima información de pacientes. Esta información, analizada y contrastada, puede ayudarnos a prevenir y a poner en marcha tratamientos más tempranos, personalizados y efectivos.
No cabe duda de que la medicina evoluciona constantemente y precisamente por ello es tan sumamente importante mantenerse al día de las nuevas técnicas de imagen y genética capaces de generar tendencia. ¿Quieres actualizarte? Consulta nuestros cursos de diagnóstico por imagen y genómica.
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